Creo un espacio sin muchas pretensiones más que el de compartir y opinar acerca de lo que veo desde esta pequeña tierra del tereré, situado en el corazón de América del Sur. ¡Pulgares arriba!

domingo, 21 de abril de 2013

Mi bandera tiene tres colores

21 de abril de 2013. Hoy al Paraguay le tocó ir a las urnas a elegir a las autoridades que tomarán parte en los diferentes cargos dentro de la estructura política del país. De a poco se fueron revelando los guarismos que reflejan la voluntad y la decisión de la gente, o al menos de la mayoría que hoy votó. Quiérase o no, hay que entender que es así como funciona la democracia.

A lo largo del día, escuchando la radio e interactuando en las redes sociales, pude notar que había una invitación particular de parte de muchos: Que la gente acuda a los locales de votación a participar de estas Elecciones. Sin embargo, lo que se vio durante el día iba en un sentido contrario a esa invitación. Me refiero, específicamente, a la actitud de los jóvenes. Se vio una juventud indiferente y sin ánimo de asumir el compromiso y derecho a sufragar, con un escaso porcentaje de participación en un país donde la mayor fuerza electoral radica en su población juvenil (54% del total de electores). En mi caso hoy mojé el dedo en el tintero, como corresponde. Todavía tengo la mancha de tinta que quizás saldrá con un poco de agua y jabón en unos días, pero creo que la vergüenza y la irresponsabilidad que iba a sentir en caso de que hoy no hubiera ido a votar, eso no me iba a poder sacar ni por más de que me dé una ducha con aguarrás.

Hace unas horas, se daba a conocer la noticia de que el Sr. Horacio Manuel Cartes Jara es el nuevo Presidente Constitucional del Paraguay. Sin duda, una persona que desde un primer momento sorprendió con su entrada al terreno de la política de la mano de la Asociación Nacional Republicana, y que hoy cuenta con el respaldo de la mayoría en el tiempo en que asume el desafío de gobernar. En un gesto demócrata, los demás candidatos supieron reconocer de manera pública el resultado emitido por el Tribunal Electoral. Resalto este aspecto porque considero importante para la conservación de la paz y el orden público en general.

La BBC Mundo se hizo eco de esta noticia con la siguiente publicación: "Horacio Cartes, el millonario que devuelve la Presidencia de Paraguay al Partido Colorado." Hice una pausa. Volví a leer. Fijé la mirada en un punto, y me puse a pensar en lo triste y vacío que suena el titular. Deberían corregirlo. Antes que el Partido Colorado como institución, están los paraguayos y paraguayas que habitan esta tierra. Si bien el color rojo forma parte de nuestro símbolo patrio, hay una cuestión fundamental que me gustaría que quede bien clara: Mi bandera tiene tres colores, tres colores bien distintivos. La constituyen tres franjas, que juntas conforman un solo emblema. Lo que afecta de sobremanera a la política es que esto queda en algún recoveco de la memoria de los políticos al momento de trabajar. Es un problema del concepto de la propia vocación en sí, donde se da esta persistente antítesis del "servidor servido". Sería bueno que conozca cuál era el pensamiento de un estadista que tuvo el país, en sus "Reflexiones sobre la política nacional" que data del año 1915, pero que sin embargo hoy reflota de una manera oportuna y actual.

Por último me gustaría que tenga presente que, desde su lugar, cada uno tiene que construir el país que anhela y sueña. No es necesario asumir un cargo público para ello. Desterrar la mediocridad y el conformismo serían excelentes indicadores de mejoría. Cada día que amanece, acuérdese que su bandera lo necesita.

miércoles, 10 de abril de 2013

Una experiencia diferente

Me doy la bienvenida después de un tiempo desde el último post. Hoy quiero compartir una vivencia que me marcó durante la Semana Santa y me hizo conocer un poco más de la cultura y folklore que nos identifica.
Voy a comenzar hablando de lo que veo. La Semana Santa acostumbra ser una semana de vacaciones con la familia para algunos, de turismo y abundantes comidas para otros. Ojo, vale aclarar de antemano que no busco juzgar en absoluto. Mi punto es que cada persona es dueña de su libertad. (Siéntase cómodo y continúe que le comparto mi experiencia a través de estas líneas.)
Cristo Crucificado
Para mí, en definitiva fue una Semana de profunda reflexión, de oración y de vivir por primera vez una costumbre que ya data de más de dos décadas en esta tierra del tereré y de la cual sólo había tenido la oportunidad de conocer por fotos y noticias. Me refiero a la tradición de Tañarandy.
Tañarandy es una compañía situada en la ciudad de San Ignacio Guasú, departamento de Misiones, y dista a unos 225 kilómetros de Asunción. Llegué el Jueves Santo, y estuve de retiro en una casa perteneciente a los Jesuitas. La caminata hacia la "Tierra de los Irreductibles", como también se la conoce, fue al día siguiente, después de compartir con el pueblo una pequeña Celebración. El espíritu que se vive durante el día se puede ver plasmado en la preparación del lugar de peregrinación, con las más de 15.000 velas hechas de naranja agria, o "apepu" como le conocemos por acá, y las antorchas colocadas a los costados del "Yvága Rape"; en los carteles puestos en las entradas de las casas indicando el trabajo que corresponde a cada familia, así como también en los pasos marcados por los cánticos y el rezo de los Estacioneros, quienes cargan a la Virgen Dolorosa para el encuentro con Jesús. Todo esto se desarrolla al atardecer, cuando ya el sol acaricia la tierra roja y los pastos van dejando de sentir la tibieza de su luz. El cierre de la actividad es con la muestra de los cuadros vivientes. Sí, así como leyó, cuadros vivientes. Se representan imágenes sobre la vida de Jesús por medio de personas, que en una demostración espectacular del arte de actuar dan vida a cada una de ellas. El transcurso de la actividad va acompañado de una frase que resume la tradición: "Todo ser humano es un artista, y cada acción una obra de arte."
Peregrinación por el "Yvága Rape"
La ponencia del arte barroco es realmente admirable, y me dio la pauta de lo importante que es conocer y profundizar sobre cada una de las costumbres que tenemos, que se nos dan como un regalo de parte de nuestra historia. Es que, difícilmente uno puede amar lo que no conoce. Y ajeno a toda cursilería, pienso que es lo que más falta hace por acá; amor a la patria, a la tierra roja, a lo que somos y tenemos. Espero que al igual que yo, haya tenido una Semana Santa bien vivida. ¡Saludos!